viernes, 28 de septiembre de 2012

Aprendí mirando



El taller artesanal es un laboratorio, un yacimiento, un manantial de agua fresca para quienes disfrutamos el quehacer de las Comunicaciones Internas. Entrar al lugar donde está el zapatero y su hijo, donde el carpintero y su nieto, donde la señora -que hace tortas por encargo- rodeada de hijas y sobrinas, es para mí un banquete. Me quedo observando expectante a ver cuándo y cómo se comunican.

Y es que -en estos ámbitos artesanales- la gestión del conocimiento es impecable. Parece que la hija hubiese sido tocada por la magia de su madre que le enseñó a hacer y decorar tortas para novios. ¿Y es que usted le explicó muy bien cómo hacerlo? Pregunto yo, que estoy de paso, a la dueña del negocio. Pero quien me responde es la hija, y me regala una de las mejores, más sólidas y sencillas de las enseñanzas: “aprendí mirando”, me dice y sonríe de oreja a oreja.

Al respecto se me abre un abanico de reflexiones. Pero, por el momento, dejo registro de una. Cuando crece el emprendimiento y viene con el desarrollo la dispersión geográfica de una compañía, perdemos ese mirar constante al otro que nos lleva al aprendizaje y, por qué no decirlo, a la maestría de un oficio.

Y es precisamente en esa distancia con el otro donde la comunicación interna tiene un gran reto: debe unir y estrechar esos vínculos que, con el tiempo y el espacio, se diluyen. 

jueves, 20 de septiembre de 2012

Paladar mediático



Una profesora de mercadeo -cuyo nombre no puedo recordar ahora- me enseñó una máxima cuando se trata de productos culturales: “Suele cometerse el error de ver como competencia a tus iguales”.

“Una sala de teatro, por ejemplo, cree que su competencia es la sala de teatro del lado, y no es así. La competencia de ambas es la TV, el cine, pero no la sala del lado. Esa es tu aliada”.

Y claro, entre ambas salas se está creando un gran mensaje para un público que migra de otras ofertas culturales, como la TV, al teatro.

El recuerdo viene al caso porque los lectores de los medios de Comunicaciones Internas son interlocutores que están expuestos a miles de mensajes. El house organ, la intranet o el newsletters compiten por la atención del lector de CI`s con medios como la radio, las revistas, páginas webs, la TV, las redes sociales.

Y, frecuentemente, cometemos el error de pensar que los medios internos compiten entre sí, como si no existiese otra alternativa para nuestros receptores, como si fueran un “público cautivo”.

Nuestros interlocutores tienen un paladar mediático muy desarrollado, nuestra competencia está fuera de la empresa, no dentro. 

viernes, 14 de septiembre de 2012

Esas voces que me hablan



Así como es una preocupación ciudadana que haya tantas medios como formas de ver la vida, así es menester abrir los medios de Comunicación Interna dentro de las organizaciones.

Si fueran sometidos los medios de CI´s a un análisis, tal vez algunos no pasarían la prueba de la retroalimentación -y por ende de la pluralidad- que tanta salud y potencia le otorga a las comunicaciones.

¿Son siempre los mismos quienes hablan en el House Organ? ¿Escuchamos visiones distintas que nos hagan discutir acerca de cómo abordamos lo que hacemos en una empresa? ¿Una nota cuántas fuentes de información tiene? ¿Cuántas voces me hablan de un tema? ¿Qué voz es esa que me habla? ¿Por qué no me dicen quién dice esto que me dicen?

Así como demandamos periódicos plurales, así mismo los lectores no se sienten estimulados cuando las notas no tienen el relieve propio de aquello que se ve desde diferentes puntos de vista.

Si bien es cierto que el medio de Comunicación Interna se debe a los objetivos de la organización, cierto es también que no tiene sentido si no tiene lectores. Olvidarse del lector y sus requerimientos de tener una visión integral es hacer la mitad de la tarea.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...