Cuando decimos comunicaciones internas, hacemos
referencia a los vínculos que hacen que la organización en la que trabajamos ocurra
como ocurre.
Siempre que observamos una organización, sea
una gran empresa, un emprendimiento, un proyecto, hay comunicación interna, de
otra manera no sería posible.
Fijarnos en cómo nos comunicamos internamente
de tal manera que las cosas en la organización resulten como han venido
resultando, es el primer paso para gestionar esas comunicaciones, acercándonos así
a los resultados organizacionales que deseamos.
Daré aquí algunos ejemplos que son los que más
recurrentemente he observado en los últimos tiempos y que dan cuenta de la
necesidad de gestionar de manera integral y responsable las comunicaciones
internas de una empresa. Lo haré a partir de algunas frases que forman parte de
las conversaciones de aquellas empresas que están avanzando en este sentido o
que están a punto de hacerlo, si así lo eligen.
1-. “Quiero una empresa con gente más
comprometida”. Los referentes de Recursos Humanos, en particular, y la primera
línea de mando en general, demandan que sus colaboradores se comprometan más
con la organización a la que pertenecen. Esta es una solicitud que tiene tras
de sí la petición de una transformación cultural y no hay transformación
cultural posible sin una transformación en la gestión de las comunicaciones
internas.
2-. “Quiero una cultura más innovadora. Quiero
que la innovación sea lo que distingue a la línea gerencial de esta empresa”. Una cultura que no es innovadora se relaciona
de una manera no innovadora o poco innovadora. Revisar el modo de comunicarse
es, nuevamente, fundamental para acercarnos a la transformación que se
solicita.
3-. “En
nuestra empresa hay muchos conflictos” y “Me he dado cuenta del tiempo que
invierten las áreas compitiendo entre ellas”. Es una solicitud que interpela el
modo de comunicarse y vincularse dentro de una empresa que no quiere seguir
perdiendo tiempo en conflictos estériles.
4-. “Necesitamos producir más”. Aumentar la
producción también es un reto de las comunicaciones internas. También lo es el
aumento de las ventas, la reducción de pérdidas de recursos en el proceso, por
nombrar otros vinculados al primero. Una empresa no productiva o medianamente
productiva se comunica internamente de tal manera que hace esta improductividad
posible. Si se quiere, luce mandatorio trabajar sobre ello, es decir, sobre la comunicación
interna.
5-. “No quiero que se sigan yendo las personas
que tienen el know how de la
empresa”. Esta frase es cada vez más frecuente, de cara a la alta rotación de
personas en las organizaciones. La relación entre la gestión del conocimiento y
el modo de comunicarse dentro de la empresa es fundamental. La comunicación y
el aprendizaje van de la mano. No se vive una organización saludable sino se
comparte el aprendizaje, si el aprendizaje no vive en el entramado relacional.
Diseñar un programa de comunicación interna para que el aprendizaje fluya no
sólo redundará en beneficio de la gestión del conocimiento, su registro y su
enriquecimiento en el tiempo, también hará de la organización una empresa más
comprometida e innovadora.
Esto, por dar algunos de los ejemplos más
recurrentes. Otros tanto quedan en el tintero, pero todos confluyen en el modo
en que se comunican las personas internamente.
El 2017 será un año de grandes desafíos para
las organizaciones. Si en otros tiempos se hacía referencia a la incertidumbre
como algo indeseable e ilusoriamente inevitable, este año parece que tenemos
que comprender la incertidumbre como una propiedad constitutiva del vivir de
las organizaciones. Adaptarnos a estos sucederes es propio de una empresa
dúctil en su modo de relacionarse y eso también es asunto de las comunicaciones
internas.
Hacerse cargo de las comunicaciones internas,
me parece, que es un modo responsable de decir que todo lo bueno está por venir,
si así lo elegimos.
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